Partiré desde la definición de la
medicina integral, ya que tiene un significado amplio, hermético, importante y
desconocido. El objetivo de la medicina integral es el ser humano como una
totalidad dinámica y existencial. De manera que se enfoca la salud de la
persona desde posiciones biológicas, sociales, psicológicas y espirituales.
Esto lo aprendí en último año de mi carrera como médico y lo afiancé en mi
segundo año de internado por el área de panamá este, cuando conocí la Medicina
Familiar.
Realmente es un enfoque que todos los médicos debemos tener con nuestro
pacientes para realizar intervenciones y derivaciones adecuadas según sus
evaluaciones, aunque no seamos especialistas en Medicina Familiar.
En el sigo 19, nace el concepto
de medicina social, producto de 1843, en vista de que Inglaterra estudia bajo una
comisión el estado sanitario, se creó la primera ley de salud pública en 1848. Simultáneamente
la educación humanística inglesa se refleja fielmente sobre el hombre bien
equilibrado.
Justamente cerca de la fecha, en
1854, en tiempos de batallas, la guerra de Crimea, Inglaterra disminuyendo sus
tropas… reluce una joven de la alta burguesía londinense, conocida como
Florence Nightingale, con rapidez mostrando unas capacidades organizativas fantásticas
en salud pública y fundaría el papel profesional de la enfermera, sumado a su
probada moral. Justamente el día de su natalicio fue conmemorado como el día
internacional de la enfermera.
Es importante conocer la
historia, para entender que la “ciencia de cuidar” surgió desde un enfoque
poblacional, más que un enfoque individual, con un poderoso énfasis entre el
ser humano y el entorno.
La especialización en medicina ha
tenido un desarrollo increíble, sin embargo el afán de perfeccionar y avanzar
tiene sus desventajas, ya que ha despersonalizado y hasta un punto
deshumanizado la práctica médica. Ha tenido un cambio de tal manera que se
visualiza un órgano afectado y no un ser humano. Volcando hacia atender órganos
y no seres humanos. Inclusive la tecnología ha permitido, en muchos casos, que
una medicina integral no sea efectiva.
Antes de los avances tecnológicos,
los pacientes consultaban con su médico de cabecera o de familia, cualquier
problema que afectara su salud por más pequeño que fuera, y el medico podía hacer
un diagnóstico presuntivo y enviarlo hacia la especialidad que lo requiera… sin
embargo era una fuente de prevención, docencia, benevolencia, confianza y
amistad, la cual generaba con su paciente y podía hacer una evaluación y recomendación
muy importante para el paciente.
Ahora el paciente busca en la tecnología y lo
que cree posible es dirigirse hacia el especialista, resolver el problema y
sigue su rutina, sin continuar controles, conociendo factores de riesgo o asistiendo
con un profesional de la salud adecuado.
¿Y a que me refiero con esto?, déjenme
explicarles un poco… con el boom de la tecnología, han salido muchas
herramientas, muy útiles, pero también mal aprovechadas. Han surgido personas
con escaso conocimiento, centras en cosas mininas que se hacen llamar “expertos,
coach, entrenadores, especialistas, masters, experimentado, etc, etc”. Estos
seres humanos, toman cursos online cortos y de instituciones poco reconocidas,
hacen sus propias experiencias (auto practicando en ellos primero)… son seres empíricos
que utilizan redes sociales para transmitir sus “ideas y conocimientos” y lo pongo
en comillas porque muchas veces es dudoso… y tienen muchas personas que siguen
sus prácticas, sin tener en cuenta que deben tener un conocimiento integral o mínimo
de lo que manejan.
Con esto no estoy afirmando que
todos los que se publicitan son charlatanes y que mi persona es un ser lleno de
sabiduría… No… al contrario, puedo tener la humildad de comentar que no se muchas
cosas, y por eso existen carreras, profesionales y especializaciones, para
conocer más sobre la salud y dar un servicio amplio, con conocimiento y
sobretodo seguro.
No puedo pasar por alto la
inconformidad y molestia que me aborda cuando encuentro personas que dicen ser
coach nutricionales, expertos, conocedores del fitness, hetlh, lifestyle y
otros, y no conocer absolutamente nada de salud, y me refiero a que leen y
creen tener conocimiento amplio sobre un nutricionista, médicos, fisioterapitas,
psicólogos, y demás profesionales que se me escapan por el momento. Lo que me
inquieta más, es la cantidad de gente que no solo los defiende si no que los
sigue, practica sus ideales pero no quiere visitar un médico o profesional
antes mencionados.
Entonces… ¿qué quiere usted para
su salud? Un inexperto, empírico, que leyó una revista o libro, lo aplico en sí
mismo, bajo 10 kilos y dijo ser un gurú en fitness y wellness?
Y ¿Por qué menciono esto?... no
es que el medico sea el único que tiene conocimiento en salud, al contrario, la
salud de una persona debe ser evaluada de forma integral por cada uno de los
especialistas necesarios, pero el medico puede ser la fuente de promoción,
prevención y recomendaciones de visita al especialista, ya sea odontólogo,
nutricionista, fisioterapeuta o el profesional que necesite, siempre con un
examen profundo acerca de las necesidades de cobertura universal que usted
necesite.
Me he centrado en la medicina ya
que es mi carrera. A lo que puedo asegurar, es que no puedo hacer un papel o
desarrollarlo, si no tengo la educación para ello. Si bien es cierto que
durante la carrera de medicina, tenemos profesores magistrales y materias como nutrición,
psicología, geriatría, medicina familiar, cirugía general, cardiología, infectología,
pediatría, bioética…. Pero no me hace un especialista en las anteriores
mencionadas.
Como médico no puedo ejercer un rol que no he profundizado y he dedicado
aparte de la medicina. Si conozco las recomendaciones básicas o tengo cursos
acerca de varias destrezas pero no me hace un especialista en ello. Por lo cual
el médico general o de atención primaria, debe tener la capacidad de escuchar
al paciente, evaluarlo, preguntarse qué más puede hacer por el paciente y tener
la capacidad/humildad de referirlo con el profesional de la salud que amerite,
no creerse un ser todo poderosos que puede resolverlo sin ayuda.
La medicina integral aborda una entrevista
en profundidad. En otros países la medicina familiar es llamada medicina
general integral, sin embargo considero que el médico general puede adoptar características
de la medicina familiar y aplicarlas para mejorar la atención, supervisión,
prevención y salud de sus pacientes.
Todo esto va íntimamente ligado
con la deontología médica. Es una manifestación de los patrones morales
sociales aplicados con sus adecuaciones al ejercicio de la medicina. Y para
ellos la deontología tiene sus funciones, como: Consolidad la identidad del
profesional, preservar la profesión de los irresponsables morales, legitimar
socialmente la práctica profesional y servir de marco para la defensa, ante la
crítica social y jurídica del ejercicio profesional. De la mano, creo yo, que
se implica la bioética, un elemento importante como un estudio sistemático de
la conducta humana en el campo de las ciencias y atención de salud, examinando
valores y principios morales, esto es un paradigma biologizante de la medicina.
Así, resumiendo, la medicina
integral es el abordaje del paciente de forma biológica, social, psicológica y espiritual,
con el discernimiento apropiado para referirlo hacia el especialista que
necesite y continuar con un seguimiento global para prevenir enfermedades o
situaciones clínicas, modificar factores de riesgo, educar al paciente y sobre
todo ofrecer una atención centrada en el paciente, su familia y su bienestar
con calidad, respeto, humanización, ética, valores y moral.
Gracias por la atención.
Dr. Wilmer González B.
Medicina General Integral.
Medicina Hiperbárica y Subacuática.
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