La Universidad Nacional de Panamá, hoy Universidad de Panamá, se funda en el año 1935, con el Dr. Harmodio Arias Madrid de Presidente y a insistencia del Dr. Octavio Méndez-Pereira. Dieciseis años después, nuevamente en virtud del ímpetu del mismo Méndez-Pereira ,se funda la Escuela de Medicina como perla o joya cimera de su mandato.
Se pueden vislumbrar quizá tres etapas en el devenir de la Escuela de Medicina; una primera de creación de la misma con su primer decano, Alejandro Méndez-Pereira y luego don, Jaime de la Guardia, quien después ocupó la Rectoría de la Universidad, seguidos estos de una diada o una mancuerna de decanos, el Dr. Gustavo Méndez-Pereira y el Dr. Antonio González-Revilla.
La tercera etapa de la trayectoria de nuestra escuela es la del Dr. Gaspar García de Paredes, quien la ocupa durante doce años, en tiempos muy difíciles, en contra de viento y marea, donde las fuerzas políticas encontradas y la penuria económica fueron enemigos cotidianos.
Hay por lo menos tres características claves, imprescindibles que debe ostentar un profesional para ocupar la posición de Decano.
La primera es la de excelencia académica indudables y fehaciente. Gaspar, graduado de la escuela de medicina de la Universidad de Cornell, especializado en cirugía en los hospitales de Boston, a cargo de la Universidad de Harvard, cubre con creces este requisito académico. Una segunda cualidad que debe ostentar un decano nuestro es la de poseer una visión integrada, holística, innovadora y humanista de la educación médica y, esto lo ha comprobado el Dr. García de Paredes.
Una tercera cualidad que debe destacar al decano es la de poseer un sexto sentido o intuición eclécttica para mantener a todos los grupos sin discordias, con aprecio mutuo, en búsqueda de la autorrealización del quinto nivel que propuso Maslow. Gaspar pudo manejar la Facultad con la ecuanimidad necesaria y le mantuvo su prestigio en el ámbito vernacular y en el panamericano. Es elegido Presidente de la Federación Panamericana de Facultades y Escuelas de Medicina (FEPAFEM) como segundo Presidente de esta magna agrupación de origen panameño y reelegido recientemente, cosa inaudita para este organismo. A pesar de la depauperización política y económica de los años de su mandato, que se hicieron críticos desde el 87, pudo introducir innovaciones en la Facultad, pudo producir cambios curriculares y pudo mantener una paz y una concordia siempre dentro de sus predios.
El Dr. García de Paredes se caracterizó por ser un propulsor entusiasta de la formación de un profesional orientado a la medicina familiar y comunitaria pero nunca en detrimento de una excelente preparación cientifista. Nuestros egresados siguen obteniendo impresionantes buenos éxitos académicos a nivel mundial.
Gaspar, cirujano excelente de mano diestra, de formación, pero educador de vocación, nunca resultó un cirujano tradicional.
Quizá por eso ha dicho el mismo Stephens que muchas veces el cirujano ve más allá que muchos clínicos. Un grupo afín al Dr. Gaspar escribe, y cito: “La base de nuestros principios es el concepto de la persona humana, quien no solamente es un organismo biológico dotado de instintos y un agente socioeconómico motivado por intereses, sino además, es un ser espiritual con facultad para conocer la verdad y para amar a su prójimo. En ello radica la dignidad de todos y cada uno de los hombres, sin distinción de raza o sexo. La dignidad de la persona humana envuelve, necesariamente, el reconocimiento de su libertad con responsabilidad y el compromiso de promover su liberación para lograr y perfeccionar este reconocimiento”.
El Dr. Gaspar García de Paredes vivió estos principios y alcanzó todo lo que un profesional de la medicina puede aspirar: excelente médico y educador, Presidente de la Asociación Médica Nacional, Presidente de la FEPAFEM, Ministro de Salud, Decano de la Facultad de Medicina. Puede estar seguro que además alcanzó algo que muchos no adquieren: se ganó el respeto, el aprecio y el cariño de todos nosotros que nos orgullece decir que nos contamos como amigos, y esto vale más que todos los títulos.
Finalmente me permito decirle que el día que se lance de candidato a rector, lo apoyamos.
Panamá, febrero de 1991
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