¿Sabes algo del probiótico? Se dicen muchas cosas en la calle, en la televisión, los vecinos, los amigos... pero a quien creerle?, he aquí la respuesta, todo sobre los probióticos...
Los Probióticos son microorganismos vivos que
se adicionan a un alimento que permanecen activos en el intestino y ejercen
importantes efectos fisiológicos. Ingeridos en cantidades suficientes tienen
efecto muy beneficioso, como contribuir al equilibrio de la flora bacteriana intestinal del huésped y potenciar el sistema
inmunológico. Son capaces de atravesar el tubo digestivo, recuperarse vivos en
las heces y adherirse a la mucosa intestinal. No son patógenos, excepto en
casos en que se suministran a individuos inmunodeficientes. Contienen esta
clase de microorganismos y, por tanto, son alimentos
probióticos los yogures frescos, etc.
Una de los beneficios de los alimentos probióticos
es la mejora del balance de la flora intestinal, donde se encuentra la mayoria
de las defensas del cuerpo, ayudando a mejorar los síntomas y problemas como la astenia,
problema de defensas, períodos de lactancia y reforzar el sistema inmunulógico.
Los alimentos denominados probióticos son cultivos simples o mezclados de estos
microorganismos: las bacterias probióticas,
las cuales al ser consumidos tanto por humanos como por animales, sobreviven al
paso por el tracto gastrointestinal y se implantan en el colon o intestino delgado afectando favorablemente al huésped en términos de mejora de salud.
Las especies más
utilizadas son:
- Lactobacillus
- Bifidobacterium
- la
levadura Saccharomyces boulard
- algunas
especies de Escherichia coli y bacilli.
Los probióticos pueden incorporarse a un amplio abanico de productos, tanto en
alimentos como en medicamentos y suplementos dietéticos. Las formas más comunes
para la administración de probióticos son los productos lácteos y los alimentos
con probióticos añadidos, pero también hay en el mercado comprimidos, cápsulas
y sobres que contienen microorganismos en forma liofilizada.
El sistema de defensa del organismo contra las
sustancias extrañas se conoce como sistema inmune. Más de dos terceras partes
del sistema inmune del organismo se encuentra en el intestino. De hecho, el
tubo digestivo (estómago, intestino delgado y grueso) está en contacto con el
exterior a través de una extensa superficie. Los alimentos pueden ser un factor
de agresión hacia el intestino junto con los microorganismos (bacterias, virus
y hongos).
La flora bacteriana intestinal está formada por millones de bacterias que
proliferan en el interior del intestino grueso y fermentan diferentes elementos
produciendo sustancias beneficiosas para la salud. Estas bacterias intervienen
en el desarrollo normal del sistema inmunitario y en la regulación de la
respuesta del organismo ante los patógenos (microorganismos perjudiciales para
la salud).
La flora intestinal participa en diversos procesos fisiológicos como la
digestión y movimientos del tubo digestivo así como en la producción de algunas
vitaminas.
Los probióticos actúan a nivel del tubo digestivo estabilizando la composición
de la flora bacteriana e incrementando la resistencia del organismo frente a
los patógenos, y mejorando y activando las defensas. Los probióticos producen
sustancias que ayudan a combatir algunas bacterias potencialmente patógenas,
producen vitaminas y enzimas digestivos.
Los probióticos producen efectos beneficiosos sobre
la salud, pero estos efectos sólo se pueden atribuir a los probióticos
específicos estudiados para una indicación concreta. Por lo tanto, no todos los
probióticos se pueden administrar para la misma situación, ni todos los
probióticos en todas las situaciones.
Se deben utilizar las dosis de probióticos que nos recomiendan, a dosis más
bajas o más elevadas puede ser que no sean efectivos, o podrían ser nocivos.
Pacientes gravemente inmunodeprimidos, es decir con el sistema de defensa
propio del organismo comprometido, no deben tomar probióticos sin la
recomendación de un médico, ya que en estas circunstancias el probiótico podría
llegar a comportarse como un agente patógeno.
Deben seguirse de manera estricta las normas de conservación de los productos
probióticos, ya que muchos de ellos necesitan una temperatura determinada por
mantenerse viables (nevera).
La principal utilidad de los probióticos es el
tratamiento y la prevención de infecciones intestinales, aunque también han
demostrado tener un papel importante en otras enfermedades digestivas no
infecciosas así como en afecciones de otros órganos (alergias, eczemas,
vaginitis) Actualmente, los probióticos han demostrado ser útiles y
beneficiosos en:
- Tratamiento
de diarrea aguda infecciosa en niños y adultos
- Prevención
de la diarrea asociada a antibióticos en niños y adultos
- Algunas
enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa)
- Mejora
de los síntomas debidos a la mala digestión de la lactosa
- Mejora
de algunos síntomas del síndrome del colon irritable
- Prevención
de la enterocolitis necrotizante en recién nacidos pre-término
Otras situaciones en las que los probióticos
podrían ser útiles en un futuro, pero donde aún se necesitan más estudios que
avalen su eficacia, son:
- Disminución
de los síntomas de asma y otras enfermedades de base alérgica
- Prevención
de infecciones urinarias y del tracto genital, sobre todo en mujeres
- Prevención
y disminución de la gravedad de las infecciones en recién nacidos
prematuros
- Disminución
de las complicaciones (sobre todo infecciosas) en pacientes ingresados en
las unidades de cuidados intensivos
- Prevención
de las infecciones en pacientes con cirrosis hepática
- Mejorar
los síntomas en pacientes con artritis reumatoide y otras enfermedades
reumatológicas de tipo inflamatorio.
- Prevención
de la aparición de tumores
- Disminución de los niveles de colesterol
¿Son seguros?
La ingestión de un elevado número de miroorganismes
viables obliga a investigar su seguridad. Desde un punto de vista teórico, al
tratarse de microorganismos que normalmente forman parte de nuestra propia
flora, difícilmente podrían causar problemas infecciosos. Aunque se ha descrito
algún caso aislado de paso de gérmenes a la sangre en pacientes con el sistema
inmunitario comprometido y en pacientes con enfermedades como la colitis
ulcerosa, el perfil de seguridad de los probióticos más utilizados en los
estudios realizados relacionados con el tema, debe considerarse satisfactorio. Hay que tener cuidado en administrar probióticos en pacientes gravemente
inmunodeprimidos.
Beneficios de los probióticos
Los probióticos estimulan la respuesta
inmune por varias vías, y disminuyendo la sintomatología alérgica de la
dermatitis atópica.
A nivel inmunológico, los probióticos actúan aumentando la capacidad de
fagocitosis, que es la primera línea de defensa del sistema inmune y consiste
en la ingestión de los agentes invasores por unas células llamadas fagocitos.
Los probióticos también incrementan los niveles de las células B tipo de
linfocitos, que son
encargados de reconocer los agentes extraños y contienen los receptores o
anticuerpos para neutralizarlos- y contribuyen a una mejor respuesta de las IgA
(Inmunoglobulina A), un tipo de anticuerpos.
Entre los beneficios de los probióticos también se cuentan una mejora en la
absorción del calcio, la producción de enzimas como la lactasa, que ayuda a la
digestión de la proteína de la leche (lactosa) y la mejora de los síntomas del
Síndrome de Intestino Irritable.
Los
Prebióticos Promueven la Buena Salud. Bases, Potencial y la Evidencia que Surge
Desde la introducción del término
prebióticos, se ha generado una amplia bibliografía relacionada con el tema.
Los prebióticos fueron definidos como ingredientes de los alimentos que no son
digeridos y que afectan favorablemente la salud estimulando selectivamente el
crecimiento, la actividad o ambos de ciertas especies bacterianas en el colon.
Los ingredientes prebióticos deben cumplir con 3 criterios; así, no deben ser
digeridos por las enzimas del huésped, tienen que ser fermentados en el tracto
gastrointestinal y han de ser selectivos en la estimulación de la flora
intestinal y de la actividad metabólica. Por definición, el ingrediente prebiótico
no está disponible para todas las especies bacterianas que habitan en el
ecosistema intestinal. Debe estar particularmente disponible para ciertos
grupos de bacterias que no estén asociados con patologías intestinales
(lactobacilos y bifidobacterias son considerados organismos indicadores).
El autor destaca que la propiedad
prebiótica fue demostrada adecuadamente sólo en unos pocos ingredientes
alimentarios. De acuerdo con una revisión reciente, sólo los fructanos tipo
inulina, los galactooligosacáridos y la lactulosa son prebióticos demostrados.
Por otra parte, se cuenta con evidencia preliminar en el caso de los
isomaltooligosacáridos, lactosacarosa, xilooligosacáridos, oligosacáridos y
glucooligosacáridos de la soja y polidextrosa.
Las bases de la actividad
prebiótica
El efecto principal de los
prebióticos, la prebiosis, consiste en una interacción con la capacidad
fermentadora del ecosistema gastrointestinal. Se cree que todos los efectos
fisiológicos que se producen después del consumo del prebiótico se originan en
la alteración de la función fermentadora del ecosistema gastrointestinal. El
inicio del cambio fisiológico podría producirse mediante interacciones entre
microbios, entre huésped y microbio y entre huésped y metabolitos bacterianos (de
mayor impacto). Los metabolitos más importantes comprenden a los ácidos grasos
de cadena corta (AGCC) acetato, propionato y butirato, que son compuestos
biológicamente activos. El consumo de prebióticos puede duplicar las reservas
de AGCC en el tracto gastrointestinal. Este proceso se produce en el intestino,
la interfase más extensa entre el organismo y el medio ambiente. Los seres
humanos están en contacto íntimo con un ecosistema microbiano muy denso
compuesto por 1012 bacterias/ml. Por lo tanto, el mejoramiento del
ecosistema gastrointestinal representa una mejoría importante del ambiente
externo. La optimización de la composición del ecosistema gastrointestinal
ejerce un impacto positivo en el funcionamiento fisiológico de un organismo.
Propiedades nutricionales de los
prebióticos
Las propiedades nutricionales de
los prebióticos estan directamente relacionadas con los cambios fisiológicos
que inducen en el huésped. Los metabolitos bacterianos serían los principales
efectores de la mayoría de los acciones.
El mejoramiento del hábito intestinal
es una consecuencia directa de la prebiosis. Con la disponibilidad de
carbohidrato prebiótico se produce el crecimiento bacteriano. Los prebióticos
que son completamente fermentados inducen el aumento en el volumen fecal de 1.5
a 2 g de heces/g de prebiótico consumido. Además, los productos AGCC de la
fermentación estimulan la peristalsis intestinal. El consumo de prebióticos
mejora la situación en quienes experimentan constipación crónica.
Los carbohidratos prebióticos
modifican la composición de la flora intestinal y alteran su actividad
metabólica, procesos que aumentan la resistencia a la colonización. Esta es la
resistencia ecológica de una población bacteriana existente contra otras
bacterias que buscan un nicho para colonizar y, en el caso de patógenos,
producir infección, inflamación o ambas. Por otra parte, varias experiencias
demostraron que los prebióticos de la dieta mejoran la eficiencia de la
absorción de minerales contenidos en los alimentos. Sin embargo, no todos los
prebióticos promueven este fenómeno en la misma medida. La presencia de
carbohidratos de cadena larga produce efectos de mayor magnitud. Se propusieron
varios mecanismos para explicar estas acciones. La ingesta de prebióticos
acidifica el contenido intestinal, que facilita la solubilización de los
minerales. La mayor presencia de butirato, fuente de energía selectiva para las
células del epitelio intestinal, mejora la capacidad de absorción de la mucosa.
Otros investigadores observaron mayor actividad de los transportadores de
calcio en el colon.
En un estudio con preescolares se
demostró que el consumo de fructanos tipo inulina de fermentación rápida redujo
el ausentismo y la incidencia de diarrea asociada con fiebre. Por último, se
estima que la mayor producción de propionato es la base de la alteración del
metabolismo lipídico. El propionato, originado por la fermentación de
prebióticos, migra hacia el hígado, donde interactúa con la regulación de la
expresión de genes que codifican las hormonas digestivas GLP1 y AGIP, así como
la insulina. Los estudios en seres humanos presentaron resultados variados. En
algunas experiencias, el colesterol y los triglicéridos disminuyeron, en otros
sólo variaron los últimos, mientras que en otros no se observaron efectos en el
metabolismo lipídico.
Los prebióticos carbohidratos
interactúan eficazmente con varios procesos fisiológicos del huésped. Pueden
ser utilizados en una amplia variedad de alimentos ya que mejoran las
propiedades nutricionales de la dieta occidental, en la que el exceso de grasas
y el bajo contenido de fibras constituyen una preocupación sanitaria. Lo más apropiado es fomentar la alimentación saludable y variada,
así como la actividad física; sin embargo, la evidencia indica que la educación
es insuficiente para modificar ciertos hábitos alimentarios. Por lo tanto, la
adición de prebióticos permite compensar esta conducta de una forma conveniente
sin afectar las propiedades organolépticas de los alimentos.
Tipos de Probióticos
Existen diferentes grupos de probióticos y hay grandes diferencias entre ellos.
- Probióticos naturales: Están presentes en la alimentación de todos los días, pero no siempre lo sabemos. En forma natural, los probióticos se encuentran en lácteos fermentados como yogures, leche y quesos; vegetales fermentados -aceitunas, chucrut, soya, cereales-; productos cárneos y pescados fermentados; y bebidas alcohólicas artesanales. Sin embargo, se requieren estudios científicos que garanticen la existencia de cepas probióticas entre la microflora láctica silvestre de los alimentos.
- Probióticos comercializados: Durante años, distintas poblaciones han consumido probióticos naturales en su dieta. La industria tomó nota de esta realidad y comenzó a comercializar los productos que contenían probióticos haciendo foco en ello.
- Suplementos alimenticios que contienen probióticos: Se trata de suplementos dietarios que contienen probióticos en forma de cápsulas o en polvo. No es un medicamento y su distribución se rige por las leyes de los alimentos.
- Productos medicinales o agentes bioterapéuticos: Es un probiótico con un efecto terapéutico probado; es decir, es un medicamento. El uso de probióticos en medicina se conoce también con el nombre de “bioterapia”. Los agentes bioterapéuticos son microorganismos que tienen un efecto demostrado. Para ser eficaces deben:
- Ser
resistentes a la gran mayoría de los antibióticos que se usan comúnmente.
- Tener
efectos terapéuticos inmediatos.
- Tener
efectos múltiples: inhibición de la adhesión de los patógenos, efectos de
inmunomodulación, competencia con las toxinas por los receptores de éstas
y, por supuesto, competencia por los nutrientes.
*Un ejemplo de probiótico como agente
bioterapéutico es Bioflora. Este contiene Lactobacillus casei, Lactobacillus
plantarum, Streptococcus faecalis y Bifidobacterium brevis,
la cual actúa restableciendo el equilibrio de la flora intestinal. Está
indicado para el tratamiento de trastornos dispépticos, inflamaciones
intestinales, encefalopatía hepática e intolerancia a la lactosa. Culturelle es
un Suplemento Probiótico que contiene Lactobacillus GG, para mantener
las defensas naturales del organismo.
Probióticos
avalados como alimento
Entre los más importantes se encuentran
las cepas de Lactobacilus GG (llamado LGG), que puede ser encontrado en varios
productos comerciales, sobre todo en Estados Unidos; también el L. casei DN114
001, en los productos Danone (como Activia); y el más popular, L. casei
Shirota, que se encuentra en Yakult, pero también hay otros alimentos que de
manera tradicional aportan este tipo de bacterias u hongos, tales como ceviche
y pozole.
Luego de diversos estudios algunos
pueden ser avalados en el tratamiento y prevención de ciertas enfermedades. El
LGG proporciona beneficios cuando se padece eccema atópico (dermatitis) y
alergias a la leche en bebés y niños, de acuerdo con un reporte de 2008 de The
Journal of Clinical Gastroenterology. Tanto LGG como L. casei han demostrado
que su uso en los menús de las guarderías ayuda a conservar la salud de los
niños, a prevenir diarreas y a fortalecer las paredes del intestino.
Probióticos
en leche
Streptococcus thermophilus,
lactobacillus bulgaricus, B. bifidum (B) y
L. casei (C).
Yogurt
Según el Journal
of American College of Nutrition, en su composición el yogurt contiene una
bacteria llamada lactobacillus acidófilus, que es efectiva en la reducción del
colesterol en la sangre hasta en un 3%. También es eficaz contra las
infecciones intestinales, urinarias y vaginales, en especial los provocados por
hongos.
Estudios
publicados en United Kingdon Medical Journal, afirma que los nutrientes
del yogurt se asimilan en un 92%.
El Instituto de Nutrición y Bromatología
de la Universidad Computense de Madrid, señala que las últimas
investigaciones indican que el consumo de yogurt genera un aumento
significativo de distintos parámetros inmunológicos, debido a que estimula las
defensas y los riesgos de padecer infecciones. Igualmente éstas bacterias del
yogurt impiden la formación de carcinógenos previniendo de esa forma el cáncer
de colon y mama.
Por:
Wilmer E. González Blanco
Ciudad de Panamá, 27 de Agosto del 2013